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domingo, 14 de diciembre de 2025

GRACIAS POR... LA ESTRELLA Y LOS REYES MAGOS

                                

La noche del  5 de enero, los corazones infantiles palpitan aceleradamente y cuando cierran los ojos sueñan con ilusión que los Reyes Magos de Oriente les traigan los regalos ansiados. Esperan que la carta que enviaron hace tanto tiempo con el encabezamiento "Queridos Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar" llegue a su destinatario sin problemas. Es tanta la emoción y el nerviosismo de los más pequeños que, en el silencio de la noche, de tanto pensar en ellos, les parece oír el sonido de sus pasos y el roce de sus túnicas de seda por los pasillos.

LOS MAGOS QUE EN REALIDAD ERAN ASTRÓLOGOS

Pero, ¿sabemos cuál es el origen de los Reyes Magos? La única alusión que tenemos a estos personajes aparece en el Evangelio de San Mateo, en el que se menciona a unos "magos", de quienes no da nombres, ni dice que fueran reyes y ni mucho menos que fueran tres. El Evangelio cuenta que unos magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer. Al enterarse de esta noticia, Herodes el Grande, que por esa época era el rey de Judea, los mandó llamar para interrogarlos, y les hizo prometer que una vez hallaran al niño se lo comunicarían para que pudiera adorarlo él también. Tras abandonar el palacio y ser guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo en Belén, junto a María y José. Tras postrarse ante él y ofrecerle oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos, fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes ya que este sólo quería acabar con la vida del niño.

Los evangelios ofrecen muy pocos datos sobre los Reyes Magos; en realidad, la historia sobre los "Magos de Oriente" aparece bien definida en los Evangelios Apócrifos, muy ricos en descripciones sobre estos personajes. En ellos, el término "mago" se ha de interpretar como un sinónimo de astrólogo, un sabio que puede, a través de la lectura de las estrellas, predecir acontecimientos. Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia en el siglo III, creyó ver una mención a los tres Reyes Magos en el Salmo 72 del Antiguo Testamento, que dice lo siguiente: "Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes". El hecho de que fueran tres se vincula tanto a la Santísima Trinidad como al número de regalos que estos personajes llevaron al niño Jesús.

LA EDAD MEDIA PUSO NOMBRE A LOS TRES REYES

A pesar de las respuestas que se puedan encontrar en la Biblia, el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en una larga tradición medieval que los "bautizó" con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.

En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, somos testigos del nacimiento de esta leyenda a lo largo de los siglos, en concreto en una de las piezas más excepcionales de la literatura española del sigo XII, el llamado Auto de los Reyes Magos, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana. En dicha obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como "reyes", sino como steleros, es decir, astrólogos.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo. En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.

La adoración de los Reyes fue un motivo pictórico que alcanzó su máximo esplendor durante el Renacimiento. Grandes maestros como Masaccio, Fra Angelico, Gozzoli o Botticelli, en Italia; Van der Weyden, Memling, El Bosco y Rubens, en Flandes, y El Greco, Velázquez y otros, en España, recrearon la famosa escena. La imagen era siempre la misma en la tradición cristiana: tres reyes vestidos con áureos trajes y acompañados de exóticos séquitos, arrodillados en un humilde establo de Belén.

UNA FESTIVIDAD LLENA DE TRADICIONES

En la actualidad, la festividad de los Reyes Magos viene cargada de tradiciones como la de la Cabalgata del día 5 de enero, en la que, como antesala de lo que ocurrirá durante la noche, los tres Reyes Magos desfilan en maravillosas carrozas acompañados de sus séquitos. Los Magos reparten caramelos y los pajes de cada rey recogen las cartas de los niños más rezagados.

Otra costumbre de la Noche de Reyes es dejar los zapatos de cada miembro de la familia en el balcón para que Sus Majestades depositen dulces en su interior. Esto tiene su origen en una curiosa leyenda: dos amigos del niño Jesús, apenados de verle siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, quisieron darle sus propios zapatos; pero como eran usados, en un intento de que parecieran nuevos, y para que tuvieran mejor aspecto, los generosos niños se esforzaron en limpiarlos al máximo, así que los lavaron y los dejaron por la noche en el balcón para que se secaran. Al día siguiente, milagrosamente los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces como premio a su buen corazón. Los Reyes Magos habían pasado aquella noche por allí y habían recompensado la bondad de los dos niños.

Tampoco se debe olvidar dejar agua y pan para los camellos, y una copita de licor o un vaso de leche y turrones para que los cansados Reyes recuperen fuerzas. Pero no todos los niños recibirán un regalo por su buen comportamiento. Está establecido que los Reyes dejarán un trozo de carbón a todos los niños que se hayan portado mal durante el año (en la actualidad se deja al niño travieso un trozo de azúcar que imita al carbón).

Para acabar el día más maravilloso del año no puede faltar el dulce por excelencia: el "Roscón" o "Tortell" de Reyes. Consiste en un bollo en forma de rosca adornado con fruta escarchada, y aunque el original se prepara con mazapán, en la actualidad puede rellenarse de crema, nata e incluso de chocolate. Sobre el roscón, se dispone una corona de rey mago que coronará al afortunado que encuentre la figurita escondida en su interior. Por contra, a quién descubra el haba no le quedará más remedio que pagar el precio del dulce.

A pesar de vivir en la era de la tecnología, hay tradiciones que perduran con el tiempo, de modo que no queda otro remedio que acostarse pronto, dejar los zapatos bien limpios, comida para los camellos y un detalle para Sus Majestades de Oriente.



 










ACTIVIDAD:







 


domingo, 7 de diciembre de 2025

GRACIAS POR... LA NAVIDAD

¡Este mes estamos felicísimos porque celebramos la FIESTA DE LA NAVIDAD!

¿Qué festejamos en la Navidad?

Festejamos algo maravilloso: que JESÚS, el HIJO DE DIOS, se hizo hombre para abrirnos las puertas del cielo.

Cuando los primeros hombres pecaron, se nos cerraron las puertas del cielo; sin embargo Dios nos amó tanto que quiso mandarnos a su propio Hijo para SALVARNOS.

Esta es la historia: HISTORIA DE LA NAVIDAD

En una ciudad llamada NAZARET vivía una mujer joven llamada MARIA. María era una mujer humilde que amaba mucho a Dios y pasaba mucho tiempo rezando. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre también muy bueno que se llamaba JOSÉ y era carpintero.

Un día se le apareció a María el ÁNGEL GABRIEL, mandado por Dios quien le preguntó si quería ser la Madre del Hijo de Dios. Entonces María le preguntó al Ángel que ¿Cómo iba a tener un hijo si todavía no estaba casada? Y el ángel le respondió que el Espíritu Santo vendría sobre ella y se haría un milagro.

José se preocupó mucho cuando María le dijo que iba a tener un bebé. Pero una noche Dios le mandó a José un mensaje. En sueños un ángel le dijo que no dudara en casarse con María, pues el hijo que Ella estaba esperando era el Hijo de Dios y salvaría a los hombres del pecado.

José despertó y fue a buscar a María; la aceptó y cuidó de Ella. José te enseña que debes escuchar a Dios y hacer lo que el te pida, aunque no entiendas todo.

En aquellos días el emperador César, que era el rey, dio la orden de que se contaran todos las personas que vivían en esa zona. Todos tenían que ir al pueblo de donde era su familia para que los contaran.

José formaba parte de la Familia de David que era del pueblo de BELÉN. Entonces José y María tuvieron que ir al pueblo de Belén; pero el viaje fue muy difícil para la Virgen María, porque ya había llegado el momento de que naciera el bebé.

Tan pronto llegaron a Belén, José empezó a buscar donde descansara María, pero no encontró ningún lugar, porque todas las posadas estaban llenas de gente. Al final, José encontró un ESTABLO con animales y llevó allí a María.- Al poco tiempo nació el Niño Jesús. ¡Qué contenta estaba María! Ella envolvió al Niño en pañales y lo acostó en un pesebre que José había preparado.

Fíjate qué humilde fue Jesús al escoger nacer en la pobreza. Él te enseña que a Dios le gusta que seas sencillo, que no te importen tanto las cosas, que te fijes más en ser bueno que en tener cosas y comodidades.

Cerca de Belén había unos PASTORES que cuidaban sus ovejas, entonces se les apareció un Ángel de Dios y les dijo: “No tengan miedo, les traigo buenas noticias, hoy ha nacido en Belén el niño que será el Salvador, vayan a verlo”.

De repente el cielo se llenó de ángeles que cantaban a Dios diciendo: “¡Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor!”

Los pastores corrieron hacia Belén y encontraron a José, a María y al Niño Jesús tal como les habían dicho los ángeles. Adoraron al niño y le ofrecieron sus humildes regalos.

     


 







ACTIVIDADES:

Coloreamos a Jesús en el pesebre







MARIONETAS DE DEDOS DE LA SAGRADA FAMILIA