Noé era un hombre justo y cabal entre la gente de su
tiempo. Dios decidió que le confiaría la tarea de mantener el linaje de los
hombres de aquella tierra, una vez que Dios destruyera estas generaciones por
crecer en ellos la maldad y no cumplir con el propósito de su creación.
Dios indicó a Noé
que construyera una barca, y que llevara con él a su esposa, a sus hijos Sem,
Cam y Jafet, y a las esposas de éstos.
También tenía que llevar de ciertos tipos de animales,
hembra y macho, y en distinta cantidad: de los puros debía tomar siete parejas
y de los impuros una sola pareja; y para suministrarles alimentos, le dijo que
tomara y almacenara la comida necesaria.
Dios le
proporcionó los conocimientos y las herramientas a Noé para construir tamaño
proyecto de barco.
Noé construyó el Arca en
un lugar desértico y apartado lejos de todo cuerpo de agua, según la
cronología bíblica. Mientras construía el Arca, Noé y su familia fueron objeto
de burlas diarias por parte de sus vecinos quienes venían a hostigar y ofender
de cómo Noé construía un barco en pleno desierto.
Al terminar Noé la construcción del arca, entraron con él
su familia y los animales que le habían mandado.
«Aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande
abismo, y las cataratas del cielo fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la
tierra cuarenta días y cuarenta noches». El diluvio cubrió hasta las montañas
más altas. y todas las criaturas de la Tierra murieron; sólo Noé y los que estaban
con él en el arca sobrevivieron.
Noé y su familia y los animales salieron del Arca, y
ofreció un sacrificio a Dios, y Dios decidió que no volvería a exterminar a
todos los seres vivos con aguas de diluvio, ni habría más diluvio para destruir
la tierra.
Para recordar esta promesa, Dios puso un Arcoíris en las nubes y dijo, “Y
sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi
arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y
todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir
toda carne".
El Miércoles de Ceniza marca el inicio de los 40 días de
Cuaresma, en los que la Iglesia Católica convoca a los fieles a la conversión y
a la preparación para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección
de Cristo en la Semana Santa.
La Cuaresma es un tiempo de preparación para la Semana
Santa, en la que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Este
tiempo dura 40 días, de ahí su nombre y comienza con el Miércoles de Ceniza.
¿De
dónde se obtienen las cenizas?
Para esta importante ceremonia se queman los restos de
las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas se rocían con
agua bendita y luego son aromatizadas con incienso.
La Cuaresma es una temporada de vida simple. Mientras
toda la Iglesia se prepara para la gran celebración del Misterio Pascual de
Cristo en el Triduo Pascual, los católicos hacen esfuerzos especiales para
orar, hacer penitencia y buenas obras.
La cuaresma es como un testigo anual que nos recuerda la
importancia de la Cruz de Cristo, como signo e instrumento de salvación. La
cuaresma es el ofrecimiento público y solemne de la pascua de Cristo, su muerte
y resurrección para la redención de todos.
¿Cuáles
son las actividades que se realizan en la Cuaresma?
La iglesia católica aconseja mantener como base tres
prácticas cuaresmales.
Ayuno. El Código de Derecho Canónico establece que el
ayuno es obligatorio desde los 18 hasta los 59 años.
Oración. El cristiano dialoga con el Señor, deja que la
gracia entre en su corazón y se abre a la acción del Espíritu Santo.
Limosna.
¿Cuáles
son los signos de la Cuaresma?
Símbolos de la Cuaresma son:
La cruz de ceniza. Representa la “quema” o purga de los
pecados previos a la Cuaresma, de modo que el feligrés está listo y limpio para
el bautismo y la reunión con Cristo.
El Día de San Valentín, también conocido como Día del
Amor y la Amistad, es una festividad para celebrar el amor entre parejas y
entre amigos.
El Día de San Valentín o Día de los Enamorados, se
celebra el 14 de febrero en casi todos los países. En Colombia, sin embargo,
también se celebra el Día del Amor y la Amistad el tercer domingo de
septiembre.
Una fecha especial para que los enamorados y amigos se
expresen su amor y cariño. Es tradición hacer regalos (flores, bombones),
dedicar tarjetas y escribir cartas y mensajes para expresar el amor.
En parte, estas tradiciones contribuyen a que esta
celebración vaya perdiendo su espíritu original y se convierta en una
celebración con espíritu comercial.
Origen
de San Valentín
Existen varias historias sobre el origen del Día de San
Valentín. Una de la más popular cuenta que, durante el Imperio Romano, el
emperador Claudio II prohibía a los soldados contraer matrimonio, pues
consideraba que los hombres solteros rendían mejor en la batalla.
Un obispo, de nombre Valentín, consideraba esta
prohibición injusta, y, contraviniendo la orden del emperador, casó parejas en
secreto, entre otras cosas, para salvaguardar el sacramento del matrimonio. Al
ser descubierto por el césar, fue encarcelado.
En prisión, Valentín fue ridiculizado por su carcelero,
quien lo desafió a que le devolviera la vista a su hija ciega, lo cual Valentín
hizo en nombre del Señor.
Se dice que el 14 de febrero Valentín fue ejecutado, de
allí que hasta el día de hoy se celebre este día la fiesta de San Valentín.
Otra historia cuenta que, en realidad, la Iglesia
católica creó el Día de San Valentín para acabar con la tradición pagana de las
fiestas lupercales, que constituían un rito para la fecundidad.
ACTIVIDAD:
Coloreamos el corazón de color rojo
Jesús es mi Mejor Amigo especial! Quizás estás pensando,
“¿Por qué decimos que Jesús es nuestro Mejor Amigo especial?”
Jesús
me Conoce
Jesús es mi Mejor Amigo especial porque El me conoce
mejor que nadie. Él es Dios, y El conoce todo de mí. ¡El hasta conoce mis pensamientos!
¡Soy muy importante para Jesús! Quizás no sea importante
para algunas personas, pero Jesús realmente se preocupa por mí. Él sabe hasta
cuantos cabellos tengo en mi cabeza. ¡Los tiene todos contados! Él dijo, “…Pues
aun vuestros cabellos están todos contados” (Mateo 10:30).
Jesús
me Ama
Un mejor amigo es aquel que te ama tal y como eres y aun
así te ayuda a desarrollarte lo más que puedas. Jesús es mi Mejor Amigo
especial porque nadie me ha amado como El me ama. Él me amó tanto que dio Su
vida por mí. Y El me ama hoy igual como me amaba en ese entonces. Jesús dijo,
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan
15.13)
El Señor Jesús me ama tal y como soy, pero me ama
demasiado como para dejarme como estoy. Él vive en mí y me está haciendo como
El día tras día. El conoce mis faltas, pero me ama y nunca dejará de amarme.
Jesús
quiere lo Mejor para mí
Jesús es mi Mejor Amigo especial porque El solo quiere lo
mejor para mí. El me guiará en tomar decisiones si le pido Su ayuda y confío en
Él.
En Su Palabra, la Biblia, el Señor Jesús me dice las
cosas que debo de hacer, como obedecer a mis padres y maestros. También me dice
las cosas que no debo de hacer, como decir mentiras y cosas hirientes a otras
personas.
¿Y qué de las cosas que no son mencionadas en la Biblia?
En ese caso debo preguntar: “¿A Jesús le gustaría verme hacienda esto?” Si
pienso que no le gustaría verme haciendo eso, entonces ¡NO debo hacerlo!
Jesús
siempre tiene Tiempo para mí
Jesús es mi Mejor Amigo especial porque Él siempre tiene
tiempo para mí. Puedo hablar con Él en cualquier momento. Puedo hablar con Él
en cualquier lugar. Nadie se preocupa por mí como Jesús. Él quiere que yo vaya
a Él por cualquier cosa que me preocupe.
Jesús
nunca Cambia
Jesús es mi Mejor Amigo especial porque Él es siempre el
mismo. En el pasado he tenido amigos y de alguna manera cambiaron y ya no somos
amigos. ¡Pero Jesús nunca cambia! La Biblia dice, “Jesucristo es el mismo ayer,
y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8).
El Señor Jesús es siempre la misma Persona maravillosa
que me ama con todo Su corazón. Siempre está ahí para escucharme, ayudarme,
animarme. Es realmente el mejor amigo que pudiese tener.
Jesús y yo somos “Mejores Amigos Por Siempre”, pero nunca
debo olvidar quién Él es. Él es mi Salvador, mi Señor, mi Dios, y lo trato con
respeto y reverencia. No le llamo “el hombre de allá arriba”.
"Él entonces les contó esta parábola: «Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, lleno de alegría la carga en los hombros y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: Alégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido. Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse" (Lucas 15,3-7)