LOS ARCÁNGELES
Se trata de seres incorpóreos, espirituales, perfectos,
creadas por Dios al principio de los tiempos con el objetivo de hacerlos sus
siervos y mensajeros.
La tarea de los tres Arcángeles, aparte de la
contemplación de Dios, es comunicar al hombre de diferentes maneras su
voluntad, ser una inspiración para los seres humanos, los catalizadores de la
Gracia Divina para ellos.
La Sagrada Escritura atribuye a cada Arcángel una misión
particular.
Miguel es el guerrero que lucha contra Satanás y sus
emisarios (Gd 9; Ap 12, 7; cfr Zc 13, 1-2), el defensor de los que aman a Dios
(Dn 10, 13.21), el protector del pueblo de Dios (Dn 12, 1).
Gabriel es uno de los espíritus más cercanos a Dios,
frente a su Trono celestial (Lc 1, 19), quien le reveló a Daniel los secretos
del plan de Dios (Dn 8, 16; 9, 21-22),
anunciado a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista (Lc 1, 11-20), y
a María el de Jesús (Lc 1, 26-38).
Rafael está frente al trono de Dios (Tb 12, 15; cfr Ap 8,
2), acompaña y protege a Tobías en su peligroso viaje y cura a su padre de la
ceguera y su futura esposa de la influencia del maligno.
ÁNGEL DE LA GUARDA
Según la tradición cristiana, cada uno de nosotros tiene
un Ángel de guarda, que lo acompaña desde el momento de su nacimiento hasta el
momento de la muerte, permaneciendo junto a él en cada momento de su vida. La
idea de un espíritu, una entidad sobrenatural que sigue y supervisa a cada ser
humano ya estaba presente en otras religiones y en la filosofía griega.
El Ángel de guarda, entonces, está ligado a cualquiera
que viva en la gracia de Dios. Los padres de la iglesia como Tertuliano, San
Agustín, San Ambrosio, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo y San Gregorio de Nisa
apoyaron la existencia de un Ángel de guarda para cada persona, y aunque
todavía no existía una formulación dogmática en relación con esta figura,
durante el Concilio de Trento (1545-1563) se declaró que cada ser humano tiene
su propio Ángel.
A partir del siglo XVII, la difusión de la devoción
popular aumentó y el Papa
Pablo V insertó la fiesta de los ángeles de guarda en el
calendario.
Incluso en las representaciones sagradas y especialmente
en las imágenes de devoción popular, los Ángeles de la guarda comenzaron a
aparecer, generalmente representados en el acto de proteger a los niños del
mal. De hecho, especialmente cuando somos niños se nos anima a hablar con
nuestro ángel de la guarda y a dirigir nuestras oraciones.